¿Amas a alguien que tiene pareja?
Son muchas las personas que se encuentran frente unos hechos que les demuestran que la relación de pareja ha acabado, y sin embargo siguen allí, pendientes de cualquier movimiento del otro, con los ojos abiertos como platos, por si ven el más mínimo rastro de una intención de volver atrás…
No es agradable en absoluto, que nos dejen. Y que conste que nos pueden dejar de muchísimas maneras, unas muy claras y otras más encubiertas… aunque en el fondo, éstas son clarísimas también.
Un caso muy frecuente de las rupturas “encubiertas” es cuando él o ella tiene pareja, y empieza una relación contigo. Una nueva relación que le aporta lo que siempre buscó, en la que se siente feliz y le hace vibrar de nuevo, vuelve a conectar con la vida estando contigo. Tú, que eres libre, empiezas a ilusionarte y fantasear con la idea de que va a dejar su relación de pareja (porque además, así te lo dice, probablemente)…
El problema inicial viene cuando va pasando el tiempo y esto no ocurre. Tú tienes paciencia pero se va agotando poco a poco…
Y si finalmente da el paso, y por las consecuencias paralelas que esto implica, por la reacción de desamparo del que es dejado, el chantaje emocional que le pueda hacer, los prejuicios,… Si por todo esto decide finalmente no irse de allí (y volver con su relación), entonces en ese punto puede empezar tu calvario y sufrir por amor.
Puede que empieces a decirte a ti mismo que es cuestión de tiempo, que se acabará separando porque sabes muy bien que está mal en su relación. Sabes que tú eres la persona con la que quiere estar, con quien es feliz. Pero cuidado, aquí podemos entrar en una jungla frondosa de la que nos cueste muchísimo encontrar la salida.
De nuevo, voy a acercaros a mi queridísima RAZÓN Y REALIDAD.
¿Cuáles son los hechos?
Que ha decidido dejar su relación conmigo para seguir con su pareja
¿Qué es lo mejor que puedo hacer a partir de estos hechos?
Asumir esa realidad cuanto antes, y empezar a trabajar para recoger mis pedazos y recomponerme cuanto antes.
Cuidado con…
Es muy frecuente en estos casos que nos quedemos enganchados esperando “su cambio”. Esperando que un día se “ilumine”, se dé cuenta, se llene de valor y haga un cambio en su vida.
Debemos asumir que la relación de pareja se acabó. Aceptar la realidad aunque duela. No sabemos si en un futuro podemos volver crear una historia con esa persona, pero ahora está con quien ha elegido, y esa persona no soy yo. Es así.
¿Por qué martirizarnos? Nos están diciendo “no quiero estar contigo”, y sin embargo no lo queremos aceptar.
Miedos
El hecho de decidir conscientemente pasar página, nos activa miedo. Miedo a que no podamos retomar la historia nunca más, a que luego sea tarde, a que mis sentimientos cambien… en definitiva, MIEDO A ALGO QUE AHORA NO EXISTE, A UNA REALIDAD IMAGINADA ¡QUE NO ES REAL!
Es más recomendable centrarnos en lo que tenemos ahora, en tomar decisiones que mejoren nuestro presente, que nos abran camino hacia adelante y si en un futuro pasan cosas, ya las resolveré en función de cómo me sienta en ese momento. Seguramente para entonces ya habré recuperado mi autoestima y estaré mucho más seguro de mi mismo, y las decisiones parecerán más sencillas de lo que jamás había imaginado antes.
¿No crees que es mejor soltar el lastre?