El amor y los grupos de autoestima
Los Grupos de Autoestima me tienen enganchada. Esta tarde, en el grupo de Madrid, de manera espontánea han salido una serie de preguntas y dudas que son muy habituales. María, una de las participantes, una mujer fantástica que lleva demasiado tiempo atrapada en el autoengaño, expresaba su dificultad a la hora de comprender dónde debe poner los límites en una relación. No logra identificar qué es aquello que no debe tolerar de aquello que tal vez no es tan grave como parece.
De ahí, surgieron un alud de preguntas que no les costaba responder:
*¿Cómo saber dónde hay que poner un límite? ¿Cómo identificar por qué reproducimos siempre el mismo patrón en las relaciones?, ¿Cómo averiguar por qué nos enganchamos siempre a un mismo perfil?
A esas preguntas, la respuesta siempre es la misma: la conciencia. Tomar conciencia es imprescindible para poder identificar, comprender y trascender esos patrones de comportamiento cuyos orígenes normalmente se remontan en la infancia. Y de hecho, este es uno de los aspectos básicos que trabajamos en los grupos.
*¿Cómo gestionar los duelos? ¿Siempre duran igual? ¿Cuáles son los tiempos? ¿De qué dependen?
No hay duda de que cada proceso de duelo es personal y puede ser diferente a otro, pero sí que hay una serie de etapas que debemos transitar para su correcta elaboración. Sin embargo, no olvidemos que estamos hablando de duelos que hacemos porque una relación se ha acabado, y estos no son iguales que los duelos por pérdida debido a la muerte de un ser querido. Cuando acaba una relación y nos encontramos ante un proceso de duelo, acostumbra a ser porque la otra persona ya no nos ama y ha decidido que prefiere estar sin nosotros. Por ello, nuestra dignidad tiene un papel muy importante en la correcta recuperación, y no debemos alejarnos de ella demasiado si queremos superarlo lo antes posible.
Por lo general, unos meses suelen ser suficientes, entre tres y doce en función del desequilibrio que cause en nosotros ese cambio y si era esperado o nos ha pillado totalmente por sorpresa.
*¿Querer que te llamen, que estén pendientes de ti o que te hagan sentir importante es dependencia emocional?
¡¡¡Por supuesto que no!!! Desear que tu pareja esté por ti, que piense en ti y te haga sentir que le importas es lo que ocurre cuando hay amor, y ocurre en ambas direcciones. El problema viene, cuando necesito que me llames o llamarte cada cinco minutos, cuando si no lo haces ya me obsesiono pensando que pasas de mí o que tienes a otro/a y si no me estás encima las 24 horas del día ya entro en pánico porque pienso que no me quieres. Ahí sí que tenemos un problema de dependencia emocional. Pero sin duda, en su justa medida, esos son ingredientes que forman parte del amor sano. Del amor, porque si no es sano no se trata de amor.
*”Dices que hay que ir despacio al inicio, pero yo no puedo, yo quiero vivirlo con toda la intensidad que siento cuando empiezo una relación”
Cuando digo que al inicio de la relación hay que ir despacio, me refiero a que si nos lanzamos al vacío sin observar nada, nos vamos a perder muchísima información que es de gran importancia. Esa información, contiene las señales que nos indican si la persona encaja con lo que nosotros buscamos o si se aleja del perfil adecuado y solo si somos mínimamente conscientes, si estamos abiertos a ver la realidad en el otro y vamos a la velocidad adecuada, podremos identificarlo.
Resueltos todos estos puntos, hemos seguido con la actividad que teníamos prevista para hoy… y hasta el próximo Lunes!! 🙂