¿Apego o Amor? – Dependencia Emocional
La dependencia emocional nace de la necesidad, mientras que el amor nace de la libertad.
Imagino que os habréis dado cuenta que a muchas personas les cuesta hacer cambios en su vida, mientras que para otras no supone ningún problema. Algunas tiran bolsas de ropa que ya no usan, sin más, para así tener más espacio y comprarse más. Otras van amontonando piezas, hasta que tienen una colección de numerosas temporadas, a pesar de que siempre usan lo mismo. ¿A qué se aferran?
También hay quienes no están bien en su trabajo, porque no les aporta demasiado, o no les gusta lo que hacen, o simplemente no es lo que quieren de verdad, y, en cambio, siguen allí años y años siendo infelices… ¿Por qué no cambian?
Y como ya sabéis, también hay personas que no están bien en una relación de pareja, pero aun así, generan un apego insano con el otro y sienten una total incapacidad de renunciar a ese vínculo afectivo, aunque en su interior sepan que se ha roto el amor sano. Aunque la relación limite claramente el propio desarrollo o atente contra nuestros valores y principios más profundos, no lo soltamos.
Si miramos a nuestro alrededor, veremos numerosas parejas que respiran su amor tóxico a diario, que se hacen daño, que no son felices y aun así, incomprensiblemente siguen allí. No sueltan al otro bajo ningún concepto. La persona que sufre este tipo de amor, dedica tanto tiempo al otro que se olvida de sí misma, de cuidarse, de lo que le gusta, de lo que quiere, incluso se olvida de como es. Todo para el otro, para no perderle, para que no se vaya.
¿Por qué hacemos esto?
A menudo, en la consulta les hago esta pregunta a mis clientes, les pregunto, ¿Y con todo esto que me cuentas, por qué sigues allí? ¿Por qué no te vas? ¿Qué te lo impide?
Es cierto que separarse cuando hay hijos de por medio la decisión es más difícil, aunque no menos necesaria (pienso que si hay hijos, aún es más importante dar el paso, ya que si no, con nuestra infelicidad claramente visible, les vamos a perjudicar aún más que si dejamos la relación). ¿Pero si no hay hijos… por qué no soltamos?
La respuesta que obtengo a menudo es PORQUE LE QUIERO. Y yo me pregunto, ¿por qué nos gustará tanto engañarnos? ¿Por qué estamos tan desconectados de lo que sentimos en realidad?
Me gustaría saber lo que pensáis… ¿Por qué a pesar de no estar bien, de no ser felices, de no sentirnos realizados, no nos vamos?
¿Por miedo?
¿Por inseguridad?
¿Por necesidad?