¿Cómo enfrentarnos a una ruptura de pareja?
No hay duda de que una de las situaciones que más nos asusta es la de quedarnos solos. Enfrentarnos a ese miedo es uno de los objetivos más complejos que tenemos la mayoría de seres humanos. Cuando estamos en una relación de pareja, nos sentimos tranquilos en ese sentido. Estamos acompañados y esto nos da seguridad. Pero, ¿qué sucede ante la amenaza de que dicha relación acabe? ¿Qué vamos a hacer? ¿Seremos capaces de seguir sin la otra persona?
El miedo al abandono lo llevamos en nuestro interior. Somos seres sociales, necesitamos relacionarnos con otros seres humanos para estar bien, pero no hay ninguno de ellos que sea imprescindible en nuestra vida. Cuando en una relación hemos generado dependencia emocional el miedo es aún mayor, hasta el punto de paralizarnos por completo aunque la relación sea completamente tóxica. Y si además, el otro decide que quiere poner punto y final entre los dos, el mundo se nos viene encima.
En la ruptura de una relación, igual que sucede cuando nos enfrentamos a cualquier otra pérdida en nuestra vida, debemos atravesar un proceso de duelo para llegar a curarnos, liberarnos y aprender lo necesario para ponerlo en nuestra mochila y que nos ayude en la siguiente relación de pareja.
Atravesar correctamente estas etapas del duelo en una separación, sin quedar atascados en ninguna de ellas, es imprescindible.
Las fases de duelo para superar una ruptura de pareja
NEGACIÓN: En esta etapa inicial, tendemos a negar que aquello ha sucedido. Hacemos como si no hubiera pasado porque nos choca tanto que pensamos que no puede ser verdad. Creemos que en cualquier momento todo volverá a la normalidad, que no puede haber acabado. Si además en la relación hay dependencia emocional, aún será más fácil que nos agarremos a la mínima esperanza que el otro nos deje.
RABIA: Enfado hacia el otro, hacia la vida, hacia uno mismo. Es necesario conectar con esta etapa para despegarnos un poco de lo que ocurrió. No debemos quedarnos demasiado tiempo en ella, pero la rabia es positiva, especialmente cuando hay dependencia emocional porque nos ayuda a alejarnos y ver la relación desde una nueva perspectiva.
TRISTEZA: Después de la rabia viene el bajón emocional. Es importante también permitirnos conectar con la tristeza, la pena, el vacío, la soledad. Abrazarnos y sentir esas emociones bajo nuestra piel. Etapa de recogimiento y compasión hacia uno mismo.
ACEPTACIÓN: Esta es la última etapa, la que nos libera y nos permite volver a volar. Mirar hacia delante y fijar nuevos objetivos, percibir la belleza e interactuar con nuevas personas que aportarán nuevas vivencias a nuestros días. Cuando logramos aceptarlo, ya estamos preparados para tener una nueva relación de pareja.
Este es el tema del que hablamos en la entrevista del pasado Martes en el programa de televisión A punto con la 2 (RTVE). Aquí tenéis os dejo el vídeo para que os ayude y os sea útil en vuestro proceso.