Cuando una relación de pareja está en crisis
Está claro que una relación de pareja que sigue viva con el paso de los años, tendrá que atravesar y enfrentarse a muchos cambios y a diferentes etapas a lo largo de su existencia. Se trata de un vínculo que puede ser muy fuerte pero a la vez muy frágil y la involucración de cada uno de los miembros será determinante para asegurar su perdurabilidad.
Cada etapa que vivimos implica nuevos cambios. Primero nos enamoramos y empezamos a salir, allí empieza la relación. Después decidimos comprometernos e ir más allá y nos ponemos a vivir juntos. Este es un cambio importante a nivel de relación, implica adaptación y crecimiento, respeto, espacio y privacidad a la vez. Luego cuando nos hemos adaptado bien y parece que todo fluye, somos felices y crecemos juntos, pero decidimos tener un hijo. Aquí se produce otro gran cambio que hará temblar las bases de la relación. Pasamos de ser él y yo a ser nosotros y el pequeño. Este cambio implica una etapa de crisis en la pareja en la que tiene que haber un reajuste sí o sí. Nos tenemos que adaptar a esta realidad tan diferente, la de dejar de ser 2 y pasar a ser 3, intentando no dejar de ser pareja para convertirnos en padres.
Luego, cuando ya parece que lo hemos superado y estamos adaptados, aparece otro hijo y aquí de nuevo todo tiembla. No es lo mismo tener un hijo que pasar a tener dos. Tenemos que volver a adaptarnos de nuevo.
Si lo conseguimos, después los hijos crecen y debemos ir de la mano para lograr una buena educación para ellos. Y siguen creciendo hasta que un día deciden irse de nuestro lado. Y entonces parece que volvemos a encontrarnos, él y yo, aunque puede que ya no veamos en sus ojos a la misma persona. Dependiendo de si hemos cuidado o no nuestra relación, a pesar de todos los cambios y adaptaciones veremos si podemos lograr o no enfrentarnos y superar de nuevo este gran cambio, tal vez el mayor de todos ellos. Si no somos capaces de ello, tendremos que separarnos, aunque en realidad, la posibilidad de la separación es como una sombra que nos persigue día a día y esto deberíamos tenerlo claro. De hecho creo que si lo tuviéramos más claro las cosas nos irían mejor o por lo menos no sufriríamos tanto.
Si no hemos cuidado los diferentes aspectos más importantes entre los dos, en cualquiera de estas etapas o en cualquier momento de cambio, lo más fácil es que entremos en una crisis que puede acabar siendo muy profunda o incluso puede acabar con la misma relación.
Cómo saber si una relación de pareja está en crisis
- Ya no disfrutan de la relación y la convivencia se vuelve más difícil
- La comunicación disminuye notablemente o toda comunicación termina en conflicto. Se les dificulta comunicarse incluso para las cosas básicas
- La actividad sexual en la pareja tiene un cambio notario, ya sea que disminuye o que desaparece
- Las agresiones físicas o verbales son continuas y van en aumento
- Hay indiferencia ante los problemas que surgen en la pareja.
En el programa A punto con la 2, os doy algunas claves para superar los momentos de crisis que viven las relaciones de pareja.