Después de la ruptura, ¿qué hay?
Todos hemos sufrido por amor. Y cuando hablo de “sufrir” no me refiero a vivir situaciones de conflicto, discusiones típicas por desavenencias o ciertas dificultades en una relación. Sufrir es pasarlo mal de verdad, sentirte perdido, desconsolado, sin ver ninguna salida agradable. Sufrir es sentir que te arrancan el alma y luego la rompen a pedacitos…
Pero en este post no quiero hablar del sufrimiento si no de la recuperación. Quiero hablar de qué es lo que pasa con nosotros cuando conseguimos salir adelante, después de haber superado la ruptura de una relación en la que teníamos dependencia emocional.
Cuando salimos de una relación de pareja con dependencia emocional
Sensación de haberse recuperado a uno mismo
Siempre decimos que cuando estamos atrapados en una relación tóxica, acostumbramos a preguntarnos cómo éramos antes de estar con esa persona. Apenas recordamos quiénes éramos en realidad: qué nos gustaba hacer, dónde nos gustaba ir, con quién, cuando, cómo, etc… Nos damos cuenta de que nos hemos perdido, nos hemos camuflado y hemos desaparecido en el otro. Somos él, nada más.
El hecho de volver a conectar con uno mismo, con aquellas actividades que nos hacen vibrar y con aquello que nos ilusiona, hace que cambie nuestra actitud e incluso nuestro físico. La recuperación que se produce a nivel interno, se hace visible en el exterior, y así lo perciben siempre todas las personas que tenemos a nuestro alrededor, notando una clara mejora de nuestro aspecto físico.
Aumento de la Autoestima
Si la relación era tóxica, cuando conseguimos dejar al otro nuestra autoestima se fortalece. Recuperamos la confianza en nosotros, en nuestras capacidades y en nuestro potencial. Volvemos a creer en quienes somos y eso retroalimenta de manera positiva nuestro cambio. Además, el hecho de que todo el mundo nos apoye por la decisión que hemos tomado, también ayuda a confirmar una vez más, que no estamos equivocados y hemos hecho lo correcto. Cuando son relaciones dañinas, siempre lo ven con más claridad los demás, que uno mismo.
Conseguir nuevos objetivos
Al volver a conectar con nuestras capacidades y sentirnos seguros y suficientes, nos planteamos nuevos objetivos para empezar a fijar un rumbo hacia el que deseamos caminar. Tener propósitos es muy importante para cualquier ser humano pues nos da una dirección, un sentido. Y si sumamos el hecho de fijarnos unas metas deseadas y alcanzables con la seguridad de que podemos conseguirlo, el resultado será sin duda positivo.
Está claro que si comparamos estos tres puntos con lo que sentimos estando atrapados en una relación de la que sentimos que no podemos salir, lo vemos como el día y la noche o el cielo y el infierno.
Sé que sois muchos los que seguís este espacio y estáis dentro de relaciones tóxicas, luchando por liberaros y salir. Pero también sé que muchos de vosotros lo habéis conseguido. Es muy positivo si podéis compartir vuestra experiencia de cambio, lo que habéis sentido tras la liberación y la recuperación, una vez os habéis adaptado a estar con vosotros mismos de nuevo y habéis vuelto a vuestra vida, aquella que es solo vuestra y en la que no dependéis de nadie más.
Todo el mundo consigue salir de una relación tóxica. Solo hay que desearlo de verdad y estar dispuestos a pasar a la acción y comprometernos con el cambio. Aunque intuyamos que va a ser duro, no es nada comparado con la liberación y la felicidad que obtendremos a cambio.