El divorcio y los hijos
Cuando una pareja se rompe uno de los debates más importantes, que es necesario abordar, es el “cómo afectará la separación a nuestros hijos”. Las emociones tienen un papel fundamental en como transmitirles la situación. En este momento tan delicado se pondrá a prueba nuestra capacidad de ser racional y pensar, en primer lugar, en el bienestar de los niños, controlando nuestros impulsos y emociones.
Una vez los adultos tomamos la decisión de separarnos tenemos que plantearnos “cómo y cuándo” se lo diremos a nuestros hijos. Como padres queremos protegerlos de todo sufrimiento pero es necesario que el niño sepa y entienda “qué está sucediendo” en casa. Nuestra función principal será la de pensar una explicación adecuada para la edad de nuestro hijo y transmitirla con serenidad y calma; haciendo hincapié en el amor incondicional que tenemos hacía él. Debemos dejar claro que se trata de una decisión entre adultos, evitando temas conflictivos como: relación conyugal, temas económicos, disputas familiares, terceras personas…
La noticia causará un gran impacto emocional en él y por ello necesitará tiempo para asimilarlo. Es muy importante que estemos a su lado para escuchar sus inquietudes y necesidades, mostrándonos pendientes de su estado de ánimo y acompañándolo con prudencia durante este proceso. Tenemos que tener en cuenta que cada niño es distinto y por lo tanto sus reacciones pueden variar: tristeza, negación, llanto, mal comportamiento…
En una separación con hijos de por medio debemos preservar a nuestros hijos de discusiones y desacuerdos evitando usarlos niños como mensajeros. Nosotros somos quienes tenemos que encontrar una vía para poder comunicarnos con el otro progenitor. Para poder garantizar su bienestar debemos seguir decidiendo conjuntamente y pensando siempre en lo mejor para ellos. No es buena idea hacerles escoger entre uno u otro ni tampoco cuestionar a nuestra ex-pareja delante del niño, ya que eso les puede causar sentimiento de soledad, miedo e incluso hacerles sentir culpable por la situación.
El tiempo será una herramienta clave para nuestros hijos. Debemos darles tiempo para entender y aceptar la ruptura, dando paso a la aceptación y finalmente a la normalidad. Respetar los tiempos de cada niño y entender que deberemos ser pacientes con ellos, sin dejar de hacer nuestras vidas, será fundamental para fomentar el bienestar en la familiar. Con afecto y tiempo estarán preparados para aceptar a otras personas importantes para nosotros como nuevas parejas o hermanos.
Como padres debemos entender que para nuestros hijos somos importantes y únicos. Ellos nos quieren y nos aceptan tal y como somos y si ven que nos hablamos mal o peor aún, si hablamos mal al niño sobre el otro progenitor, no lo entenderán y les puede afectar de manera muy negativa.
Por ello, debemos tratarnos con respeto, porque ellos nos quieren a los dos por igual y quieren poder compartir su vida de igual manera con ambos.