El poder de la actitud
En el libro “El hombre en busca de sentido”, el reconocido médico y psiquiatra Viktor Frankl, describe la vida del prisionero de un campo de concentración, a partir de su propia experiencia, ya que estuvo encerrado durante más de un año por ser judío. Vio morir a su mujer y sus padres.
En esta obra expone que, incluso en las condiciones más extremas de deshumanización y sufrimiento, el hombre puede encontrar una razón para vivir, basada en su dimensión espiritual.
Mi pregunta fue “¿Pero su marido quiere cambiar? ¿Le ha pedido ayuda a usted, para cambiar?”
Es cierto que hay gente que funciona así. Generalmente cuando una persona es tan negativa y encerrada en su visión oscura de la vida, acostumbra a ser porque en la infancia ha sufrido bastante. Aprenden de pequeños que la vida es sufrimiento, y se van haciendo mayores con ésta creencia. Aunque vayan cosechando éxitos a nivel personal o profesional, es como si tuvieran un límite que les impide disfrutar de lleno de las cosas. Cuando se sueltan y se dejan llevar, quizás si, pero a la que se dan cuenta de que están disfrutando, ya se les activa algo en su mente que les hace cambiar.
¿QUÉ HACER?
El poder de la ACEPTACIÓN
– Poner fin a la relación, si decidimos que no queremos aceptar aquello en nuestra vida. Puede que hasta ese momento nos haya llenado o servido, pero después del crecimiento que hemos hecho, puede que no queramos seguir de esa forma.
– Aceptarlo. Aceptar que es así y que no va a cambiar. No perder energía intentando cambiarle sino llenando nuestras horas libres con actividades que nos nutran y nos equilibren (tras el desgaste que nos genera el otro): con relaciones sociales, con un trabajo que nos haga sentir realizados, hobbies, deporte, etc…