Ir al Psicólogo – Crecimiento Personal
Mucha gente me pregunta en qué consisten las sesiones individuales con un psicólogo. Os voy a hablar del trabajo que realizamos en nuestros centros, que no tiene por qué coincidir con el de otros profesionales.
Lo primero que siempre respondo, es que trabajamos con personas sanas. Con personas conscientes, que se dan cuenta de que hay algo en su vida que no funciona, y sienten la necesidad de arreglarlo. ¿Sabes cuántas personas se sienten infelices y dejan de hacer muchas cosas, debido a su inseguridad?
Nuestro compromiso es que aumenten su Autoestima y así, al conectar con su potencial, que se atrevan a perseguir sus sueños hasta conseguirlos. Que se enfrenten a aquello que no les hace felices y hagan los cambios que sean necesarios. Que atraviesen sus miedos. Que superen la dependencia emocional.
Motivos y ventajas de ir al psicólogo
Normalmente, hay dos tipos de pacientes:
– Las personas que, aunque estén más o menos bien, quieren estar mejor. Ya sea porque quieren conseguir algo en su vida y no tienen claro como llegar a ello, o porque quieren sentirse más llenas, más vivas, que tienen un mayor control sobre sus vidas. Quieren sentir que están eligiendo la vida que tienen, y no es que simplemente se dejen llevar, como hacen tantas otras personas (la mayoría, creo yo).
– Las personas que tienen una dificultad, un problema de dependencia emocional, de insatisfacción vital, de pérdida de rumbo o de ilusiones. Son aquellas personas que sienten que, a causa de ese problema que tienen en su vida, no pueden avanzar y seguir creciendo.
Todos tenemos la capacidad de superar cualquier obstáculo, cualquier problema o situación difícil, por dolorosa que sea. Lo que pasa es que cuanto más tiempo llevemos con aquello, más nos cuesta, sobre todo porque vemos el problema desde dentro, y precisamente, la clave para poder soltarlo es verlo desde fuera, desde la distancia, desde otra perspectiva diferente.
Y es en estos casos cuando un psicólogo es recomendable. Lo que si es importante, es que cualquier persona que inicie un trabajo de este tipo tiene que desearlo de verdad.
En los resultados que obtenemos tras las sesiones, se ve claramente la persona que de verdad quiere salir de allí y la que no (debido a sus propias resistencias internas) y decide interrumpir el proceso. El cambio que realizan algunas personas (las que están motivadas a cambiar), es sencillamente increíble y es tan, tan enriquecedor, que esto es lo que más me engancha de mi trabajo. Otras personas son más resistentes, pero aun así no dejan de venir, de luchar, de insistir y a ellas nunca las abandonamos.
Y esto es lo que tiene cualquier proceso de Crecimiento Personal. Las personas que acuden a nosotros esto es lo que consiguen.
Revisamos su historia para que la comprendan desde otra perspectiva. Todo el mundo conoce su vida, pero verla desde otro prisma es lo que nos va a aportar información valiosa. Se trata de comprender a través de aceptar, de sentir y de quererse.
También hay que analizar todo el sistema de creencias (pensamientos sobre uno mismo, sobre el mundo y sobre las relaciones) que tiene la persona para ver como estas afectan a su día a día. Ya sabéis que aquello que pensamos es aquello que creamos o que nos encontramos en nuestra vida, y por eso estoy convencida de que ¡vale mucho la pena que seamos conscientes de cómo debemos pensar, para conseguir aquello que deseamos! ¿No os parece?
A partir de aquí se hace un trabajo más personalizado con cada paciente.
Lo que si os puedo asegurar, es que la falta de Autoestima siempre está debajo de cualquier problema o dificultad.
Esto lo sabemos, porque a medida que la persona empieza a reforzar su autoestima, el problema desaparece o por lo menos se modifica. Con esto podemos ver la relación directa que tiene la Autoestima con nuestro bienestar psicológico, físico y espiritual.
Con este tipo de trabajo, la persona conecta con su potencial, con todas sus capacidades, con el amor y la confianza que siente hacia si misma, y empieza a ir a por más. Y lo consigue, y ve que empieza a actuar diferente, y que esto le lleva a resultados diferentes, y consigue más cosas, y esto le da mucha fuerza, etc… y así va siguiendo con el proceso de crecimiento personal.
Al final del proceso, la persona ha adquirido una herramientas que podrá utilizar cuando quiera, para dar la vuelta a cualquier situación complicada con la que se encuentre en su futuro.