La clave está en la primera vez – Dependencia emocional
¿Por qué nos cuesta tanto aceptar que simplemente, no nos quieren? ¿Por qué tantas veces dejamos pasar cosas impensables según nuestros valores, autoengañándonos y haciéndonos culpables de algo para lo que no hemos tenido nada que ver? La respuesta siempre es la misma:
La falta de autoestima, que nos lleva al miedo a quedarnos solos, el cual nos encadena de inmediato a la dependencia emocional.
Lo digo siempre en mis charlas, no es cuestión de tener más o menos estudios, ni de pertenecer a un grupo social más alto o más bajo, ni tan solo está relacionado con ser hombre o mujer. La dependencia emocional nos puede atrapar a todos, si no prestamos atención.
Veo casos en los que toleramos auténticas barbaridades y la clave siempre está en el mismo punto: la primera vez. Cuando algo que no nos gusta o no nos parece bien ocurre por primera vez, es ese el momento para poner un firme límite, para decir que no. Si no lo hacemos, nos va a ser cada vez más y más difícil y entraremos en una rueda de la que puede costar muchísimo salir. Si no nos negamos a aquello que no encaja con nuestros valores, ocurrirá una segunda vez, y una tercera, y una cuarta, etc. Y ya no habrá límite que nos detenga.
Recuerdo a Ania que me explicaba que el inicio de su relación que duraría un año, fue fantástico, pero al remover un poco todos los capítulos, salieron cosas que incluso a ella le sorprendieron. ¿Las había olvidado? ¿Las había escondido en algún rincón de su cerebro? Probablemente las apartó porque le dolían demasiado. Raúl, desde la primera cita le dijo que ellos eran muy jóvenes y que se trataba de que disfrutaran, de que lo pasaran bien. Él tenía muchas amigas con las que hacía muchas actividades. A pesar de que ellos dos vivían en dos ciudades diferentes y bastante lejanas, él le explicó que a él le gustaba pasar sus vacaciones con alguna de sus amigas sin que fuera ella, que tenía que confiar en él.
A ella no le gustaban esas ideas y cada vez se volvía más desconfiada, controladora e insegura. Le pedía confianza pero no la hacía sentir importante ni valiosa para él. Cualquier otra mujer tenía prioridad en muchas ocasiones y al ver que a ella eso no le gustaba, él se mostraba contrariado porque tanto control y tanto enfado le molestaba.
En realidad, no vamos a juzgar ni evaluar si la conducta de Raúl era correcta o no, eso da igual. Lo importante aquí es si a Ania aquellas bases, aquellas ideas y aquellos cimientos sobre los que construir la relación le parecían estables y sólidos o si le estaban amargando la vida. Él fue sincero y si bien al principio le demostraba mucho y le daba mucho, esos primeros meses ya sabemos que no deberíamos tenerlos en cuenta. Allí está el enamoramiento y nada de lo que nos digan vale. Hay que ver qué pasa después, cuando esa fase de locura inicial haya terminado. ¿Qué queda? ¿Me gusta lo que veo? ¿Me gusta cómo le veo? ¿Es lo que quiero de verdad? O necesito que cambie para poder estar bien a su lado…
Qué hay que tener en cuenta antes de empezar una relación de pareja
Lo importante es que antes de empezar una relación sepamos exactamente qué es lo que estamos buscando y qué es lo que no queremos ni estamos dispuestos a tolerar. Cuando eso esté claro, nos será mucho más fácil poner límites cada vez que veamos alguna conducta que choca directo con nuestros cimientos.
Tener nuestras bases claras, también nos ayudará a detectar cuando aparezca esa “primera vez” y decir claro y fuerte NO.
Tener una buena autoestima nos ayudará a decir: “Yo merezco más y mejor”, y que seamos capaces de irnos con nuestro corazón a otro lugar.