Relaciones dañinas
Todos sabemos que existen relaciones de pareja saludables y relaciones de pareja dañinas. El problema reside en que, a veces, estamos en una relación que nos parece “saludable” y poco a poco se va volviendo dañina para nosotros, sin que nos demos cuenta de ello.
Puede ser que haya algún engaño, alguna infidelidad, algún tipo de maltrato, etc. Y poco a poco se va deteriorando nuestra comunicación, nuestra confianza, nuestros comportamientos, y nuestros pensamientos. Incluso nuestras emociones.
En estos casos el inconsciente, donde está nuestra intuición, nuestra parte más sabia, nos dice que debemos tomar distancia, que aquello no es lo que queremos para nosotros, que merecemos alguien diferente. Y al mismo tiempo nuestro consciente, que está aterrado por el cambio, por la pérdida, se llena de pensamientos como “y qué haré sin esta persona?”, “yo sin él / ella no soy nadie”, “no puedo estar sin él/ella” “le necesito…a cualquier precio”, etc.
Y es cuando esto pasa, cuando surge esta dualidad, esta lucha entre nuestra parte consciente y la inconsciente, cuando nace en nosotros la ansiedad, y se va haciendo más y más grande si seguimos sin tomar el camino que sentimos que debemos tomar en realidad.
No es fácil pasar por un proceso de este tipo, y no hay una velocidad ni un ritmo establecido. Cada persona lo cruza a su ritmo y cada persona decide tomar un camino u otro. De lo que si puedes estar seguro, es que si tomas una decisión escuchando tus miedos, seguirás en una relación y viviendo una vida en la que sentirás que cada vez estás más lejos de lo que tú eres, cada vez te identificarás menos con la persona que verás al mirarte al espejo y tu interior se sentirá más vacío.
En cambio, si escuchas a tu intuición y le haces caso, acertarás. Ella siempre sabe lo que de verdad queremos, de lo que somos capaces y decide con perspectiva, desde la seguridad, la confianza y la autoestima. Si escuchamos lo que nos dice nuestra voz interior, actuaremos a favor nuestro.
Y es que al fin y al cabo, nosotros somos lo más importante que tenemos, ¿no crees?