¿Tienes alguna pregunta? 
+34 931 292 509
secretaria@silviacongost.com
  • 0 productos
Mi cuenta
Silvia Congost, psicóloga experta en dependencia emocional, autoestima y relaciones tóxicasSilvia Congost, psicóloga experta en dependencia emocional, autoestima y relaciones tóxicas
  • INICIO
  • TE OFRECEMOS
    • Sesiones de terapia
    • Eventos en Teatros
    • Grupos de autoestima
    • Psicología para expertos
    • Equipo
    • Contrataciones
  • CURSOS
    • Fortalece tu autoestima
    • Cómo mejorar tu relación
    • Superar una infidelidad
    • Amo a alguien que tiene pareja
    • Mi pareja es narcisista
  • LIBROS
  • AGENDA
  • BLOG
  • MEDIOS
  • CONTACTO
Back
  • INICIO
  • TE OFRECEMOS
    • Sesiones de terapia
    • Eventos en Teatros
    • Grupos de autoestima
    • Psicología para expertos
    • Equipo
    • Contrataciones
  • CURSOS
    • Fortalece tu autoestima
    • Cómo mejorar tu relación
    • Superar una infidelidad
    • Amo a alguien que tiene pareja
    • Mi pareja es narcisista
  • LIBROS
  • AGENDA
  • BLOG
  • MEDIOS
  • CONTACTO
  • Home
  • Blog
  • Autoestima
  • Síndrome del corazón roto

Autoestima

Síndrome del corazón roto

  • By Silvia Congost

Sandra era feliz en su matrimonio con Esteban. Llevaban seis años y medio de relación y estaban muy ilusionados porque por fin, después de muchos cambios y dificultades parecía que las cosas empezaban a ponerse a su favor. Esteban había tenido que cambiar varias veces de trabajo, era un chico muy válido pero no encontraba lo que buscaba. Finalmente le salió la oportunidad que siempre había buscado. Era en Madrid y le quedaba un poco lejos (ellos vivían en un pueblo que quedaba a una hora y media), pero creyó que le compensaba. Era su momento y no podía dejar escapar aquel regalo de la vida. Con sus cambios de trabajo anteriores, Sandra le apoyó siempre e intentó animarle demostrándole su confianza en él. Creía en él y sabía que saldría adelante a pesar de las dificultades y los meses que estuvo en el paro, bastante deprimido.

Con la ilusión de este nuevo trabajo habían decidido mudarse a un piso más grande, un ático luminoso y renovado en el centro de su pueblo. Sandra lo vivía como un sueño hecho realidad y además habían decidido que era el momento de tener su primer hijo.

Mientras Sandra empezaba a soñar con ser madre y a dibujar mentalmente su futuro próximo lleno de nuevas ilusiones, Esteban se sentía cada vez más entusiasmado con sus nuevos proyectos y posibilidades profesionales. Era una empresa que estaba creciendo mucho y en la que fue muy bien considerado desde el principio. Un equipo joven, dinámico y muy creativo que le aportaba las ganas de seguir adelante que hacía un tiempo casi había perdido.

Al cabo de unos seis o siete meses, hubo unos días en los que Esteban se tuvo que quedar en Madrid algunas noches por temas de trabajo. Tenían que entregar un proyecto muy importante y trabajaban todos más horas de las habituales. Sandra nunca se opuso, lo entendía a pesar de echarle de menos y coincidió también en esos momentos, que se dio cuenta de que estaba embarazada. ¡Embarazada!! Con la ilusión que les hacía y la vida les había traído también ese regalo. Se moría de ganas de contárselo a Esteban, no podía esperar el momento en el que él llegara para contárselo…

Finalmente a los dos días él volvió de Madrid. Sandra había preparado una cena especial, compró el vino que a él tanto le gustaba y le esperaba con más ilusión que nunca.

Esteban llegó, pero algo en él era diferente. Estaba extraño, como más frío, distante, era como si se tuviera que esforzar en ser como antes pero ella le conocía bien y no era lo mismo.

Le preguntó qué le pasaba y él insistía en que todo estaba bien. Ella quiso creerle a pesar de que su intuición le decía lo contrario. Le dio la gran noticia y él pareció alegrarse.  Hicieron el amor y ella también notó algo diferente en él. Pensaba que igual eran esos días separados, quería convencerse de que todo estaba bien, que no ocurría nada y se esforzaba por no pensar pero no podía. A las tres de la mañana se levantó porque no podía dormir. En el comedor estaba el móvil de Esteban y algo le dijo que lo mirara. No quería hacerlo, ellos dos siempre habían sido un equipo, eran muy buenos amigos, confiaban el uno en el otro, tenían los mismos valores, tenían un proyecto en común, se respetaban, había confianza, apoyo, admiración…¿qué podía pasar?

Pero no pudo abstenerse. Cogió el móvil y miró los mensajes y allí empezó su pesadilla. Había empezado hacía tres meses y se llamaba Mónica. Vio mensajes que le hicieron tanto daño que creyó que no iba a poder soportar tanto dolor. . . ¿Cómo podía aquello ser cierto? Era imposible…¡No!…¡Esteban no podía ser aquél!…Pero lo era.

Los siguientes días fueron otra pesadilla peor aún que aquella sorpresa tan desagradable. Esteban, que siempre había sido un chico a quien le había costado expresar sus emociones, se sentía tan perdido y tan desconcertado que no era capaz de darle ninguna explicación. Le dijo que con ella estaba todo bien, que era él, que lo sentía mucho, que no sabía qué le había pasado. Aunque ella intentó por todos los medios comprender qué falló, no encontró ningún otro argumento que el de “no lo se, no te lo se explicar, lo siento”.

Después de aquello, él le prometió que no hablaría más con Mónica aunque evidentemente si la tenía en el trabajo esto no iba a ser tan fácil. Sandra estaba dispuesta a apoyarle en lo que fuera, intentaba olvidar lo que había leído y se centró en hacer lo que hiciera falta para salvar su bonita relación.

Aun así, a pesar de la buena voluntad por su parte, cada día era una agonía para ella. Cuando él se iba por la mañana, no podía dejar de pensar en si hablaría con ella, en si se verían, en lo que debían hacer…era una tortura mortal y se daba cuenta de que iba a volverse loca. Por las noches le hacía preguntas que no obtenían ninguna respuesta. Él le decía que no hablaba con ella pero dos veces que le miró de nuevo el móvil vio que mentía y que todo seguía igual. Esto eran como hachazos en su corazón. La confianza se iba perdiendo.

Hasta que un día él se armó de valor y le dijo “lo siento Sandra, me duele en el alma todo esto, pero no estoy bien y quiero que nos separemos”. Así, sin más.

Ha pasado un año de aquello y Sandra aún no sabe qué es lo que le pasó a Esteban. Aún no ha conseguido que él le diera ninguna explicación al respecto.

Cuando te dejan inesperadamente: síndrome del corazón roto

Estas situaciones son las que denominamos “Síndrome del corazón roto”. Son de “ataque y derribo”, de repente te dan un golpe que no esperas y todo cambia sin que ni siquiera sepas por qué. Te quedas desubicado, en shock, como si hubiera pasado un tsunami y se hubiera llevado toda tu vida y te quedas como…”pero dónde estoy…y ahora qué….”.

Son, tal vez, las rupturas más traumáticas y dolorosas que hay, porque la persona que es abandonada, no entiende nada. Pueden darse en cualquier momento de la relación, tanto si llevan dos meses como veinte años y hay muchísimos casos, pero el dolor es exactamente el mismo. Está claro que cuantos más recuerdos y proyectos hayamos compartido, más difícil nos será asimilar la pérdida, pero el dolor que siente quien es abandonado si motivo aparente y cuando parecía que todo era fantástico, es el mismo.

Para que podamos asimilar una ruptura de pareja (para lo que todos sin excepción estamos preparados) es muy importante que tengamos un por qué. Cuando la otra persona, ya sea por miedo o por cobardía no nos da una explicación, eso nos destruye por dentro. El no entender nos mata. Empezamos a revisar todos y cada uno de los capítulos de la relación: “tal vez ese día fui demasiado dura”, “tal vez cuando me dijo aquello tenía que haberle prestado más atención”, “y si no estaba satisfecho/a a nivel sexual…pero yo creo que sí…”.

Las que actúan así, acostumbran a ser personas con dificultades para expresar sus emociones de manera honesta, ya sea porque nunca lo han hecho ya desde pequeños, porque les han enseñado a no hacerlo en casa, o por miedos e inseguridades. A veces para no hacer daño prefieren no hablar, y no se dan cuenta que el daño que provocan así es aún mayor.

Al fin y al cabo, todos nos podemos enamorar de otra persona en cualquier momento, lo deseemos o no. Y al contrario de lo que pensamos muchas veces, sí que nos puede pasar aunque estemos bien en nuestra relación. No necesariamente nos tiene que faltar algo para que nos atraiga otro que lo tenga. Lo importante, si esto nos ocurre, es que nos sentemos y analicemos la situación. Debemos plantearnos si estamos dispuestos a perder nuestra vida construida hasta el momento por aquella nueva persona. Si no queremos que esto pase, lo más recomendable es sin duda “dejar ese trabajo”. Aunque parezca muy radical, cuando el enamoramiento asoma la cabeza, o lo cortamos de raíz o nos va a ser muy difícil controlarnos.

Otra opción también muy válida es que lo hablemos con nuestra pareja, que se lo compartamos, que le digamos “quiero compartirte que me siento mal porque me estoy sintiendo atraído/a por esta persona que trabaja conmigo y no quiero que esto me pase, no quiero que esto nos traiga malestar, no se qué debo hacer”.

Si lo hablamos desde la humildad, el respeto y la confianza y tenemos una pareja que está a la altura, nos ayudará a tomar una decisión que, si todo va bien, nos facilitará salvar la relación. Si por otro lado, decidimos dejarnos llevar, implicando esto tener inicialmente una relación paralela con la otra persona y viéndonos involucrados en una historia de infidelidades, mentiras y engaños, vamos a sufrir muchísima ansiedad y crearemos muchísimo dolor, que con un poco de sinceridad habría sido innecesario.

Tags:amorautoestimaDependencia Emocionalrelación de pareja
  • Comparte:
Silvia Congost

Buscar

Categorías

Últimas entradas

La trampa del amor propio: ¿te estás cuidando o estás huyendo?
18Jun,2025
Relaciones reales: ¿cómo son de verdad?
28May,2025
Cómo no pedir disculpas
30Abr,2025
Registro | Iniciar sesión |

Login with your site account

Lost your password?

Not a member yet? Register now

Nuestros centros

Madrid

C/ Bretón de los Herreros, 55, 1F · C.P. 28003 Madrid · Cómo llegar
Metro: Gregorio Marañón L7 y L10
Teléfono: +34 910 375 776
Whatsapp: +34 647 430 862

Barcelona

C/ Balmes, 188 3º-1ª · C.P. 08006 Barcelona · Cómo llegar
Metro: Diagonal L3 y L5 · Ferrocarriles: Gràcia
Teléfono: +34 931 292 509
Whatsapp: +34 647 430 862

Girona

C/ Nou, 22. 2º A.· C.P. 17001 Girona · Cómo llegar
A 5 min de la Estación de Tren / Bus
Teléfono: +34 931 292 509
Whatsapp: +34 647 430 862

Contacto y redes

Teléfonos y Whatsapp

Teléfono Línea 1: +34 931 292 509
Teléfono Línea 2: +34 910 375 776
Whatsapp: +34 647 430 862

Horarios

De lunes a viernes de 09.00 a 20.00 h.

Redes sociales

Facebook
TikTok
YouTube
Instagram
LinkedIn

Especialistas en

Relaciones tóxicas
Autoestima
Terapia sexual y de pareja
Separación con hijos
Dependencia emocional

Secciones

Sesiones individuales
Grupos de Autoestima
GIRA: Objetivo Amarte
Equipo
Contrataciones
Libros
Agenda
Blog
Contacto

© Copyright 2022 Silvia Congost - Política de Cookies

  • Aviso Legal
  • Política de Privacidad
  • Condiciones Contratación
Gestionar el consentimiento de las cookies
Para ofrecer las mejores experiencias, utilizamos tecnologías como las cookies para almacenar y/o acceder a la información del dispositivo. El consentimiento de estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o las identificaciones únicas en este sitio. No consentir o retirar el consentimiento, puede afectar negativamente a ciertas características y funciones.
Funcional Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario para el propósito legítimo de permitir el uso de un servicio específico explícitamente solicitado por el abonado o usuario, o con el único propósito de llevar a cabo la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferencias
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para la finalidad legítima de almacenar preferencias no solicitadas por el abonado o usuario.
Estadísticas
El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos. El almacenamiento o acceso técnico que se utiliza exclusivamente con fines estadísticos anónimos. Sin un requerimiento, el cumplimiento voluntario por parte de tu proveedor de servicios de Internet, o los registros adicionales de un tercero, la información almacenada o recuperada sólo para este propósito no se puede utilizar para identificarte.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad, o para rastrear al usuario en una web o en varias web con fines de marketing similares.
Administrar opciones Gestionar los servicios Gestionar {vendor_count} proveedores Leer más sobre estos propósitos
Ver preferencias
{title} {title} {title}