¿Tu relación es un oasis o un seísmo?

Ayer vino a verme a la consulta Elena, una chica que había leído mi libro. Me contaba que lo vio mientras esperaba que llegara la hora de subir al AVE, en Madrid y algo la empujó a comprarlo de inmediato.
Se lo leyó durante el viaje de vuelta a Barcelona y me comentaba que había encontrado una frase que la había conmocionado especialmente: “La relación de pareja debería ser nuestro pequeño oasis íntimo y personal, y no un seísmo recurrente y devastador”.
Decidió venir a verme, porque así era como se sentía la mayor parte del tiempo, viviendo un seísmo que no cesaba, y aunque hasta aquel momento nunca se había planteado dejar la relación, por fin empezaba a asumir que quizás aquello no era lo que ella merecía.
Le planteé las tres preguntas siguientes:
– Desde que estás con él, ¿tu vida ha mejorado?, ¿eres más feliz?
– ¿A su lado puedes estar relajada y ser tú misma y sientes que te admira?
– ¿Esta relación, te da paz y bienestar porque veis la vida de la misma manera? ¿Hay confianza plena y respeto en todo momento?
Si estamos en una relación de pareja sana y satisfactoria, nos parecerán preguntas absurdas y no les daremos demasiada importancia. Aun así, si la relación que mantenemos con nuestra pareja no encaja con lo que queremos, no vamos a ser felices, por mucho que lo deseemos.
A menudo no somos felices, pero antes que asumir que aquello no funciona, preferimos probar suerte con otras opciones como la siguiente:
– Mentalizarnos de que quizás somos nosotros los que no debemos ser tan exigentes y ponernos como objetivo aceptar al otro como es, dejar de quejarnos y conseguir que su manera de ser no nos moleste o no nos afecte lo más mínimo. Ahora bien, como siempre digo, si esto implica dejar de ser quienes somos, que no nos afecten ciertas conductas o actitudes que no encajan con nuestros valores, no vamos a tener éxito con este objetivo.
Es precisamente cuando decidimos auto engañarnos y optar por la tan dañina “resignación”, cuando entramos en la relación de dependencia emocional, ese seísmo que lo arrasa todo y no nos deja crecer ni construir.
Igual que Elena, cualquiera que se encuentre en una situación así, solo puede elegir un camino si quiere recuperar el rumbo correcto. El camino que le llevará a fortalecerse, recuperar su autoestima y a ser feliz de verdad.