Un café con Jorge Bucay
“Conocernos, es tomarnos el tiempo de mirarnos interiormente, conectar con lo que creemos, con lo que pensamos, con lo que sentimos y con lo que somos, más allá de todo lo que a otros les gustaría”
Esta fue, como tantas otras, una de las frases que uno no quisiera olvidar jamás, de los seminarios que organizaba hace años Jorge Bucay.
Entre cuentos, anécdotas y experiencias propias, conseguía que cada uno llegáramos a lo más hondo de nosotros mismos, a la luz de nuestro Ser, pasando por todas las tinieblas, las sombras, y los escondites de nuestro mundo emocional. Allí donde se esconden nuestros miedos, donde se inventan nuestras creencias y donde se decide qué recuerdos vamos a seguir alimentando y cuáles vamos a guardar en un baúl misterioso, que solo uno mismo va a poder abrir.
Decía que si no empezamos por conocernos, será imposible saber quienes somos; reconocernos en nuestros actos y hacernos responsables de cada uno de ellos. Nunca sabremos con claridad cuál es el límite entre el adentro y el afuera. Entre quién soy yo y quien esperan los demás que sea.
Y es que ningún vínculo constructivo con los demás se puede establecer y fortalecer si no se apoya en una buena relación de cada uno consigo mismo.
Algunos de los pasos que siempre ha destacado del Crecimiento Personal y con los que estoy absolutamente de acuerdo son:
-Trabajar para conocerte más
-Decidir tu propia libertad, conectando con lo que sientes y deseas de verdad
–Abrirte al amor
-Dejar salir la risa, el buen humor
-Aumentar tu capacidad de escuchar
-Elegir buenas compañías
–Actualizar lo que sabes, sin prejuicios
–Ser creativo
–Aprovechar bien tu tiempo
–Evitar las adicciones y las dependencias
–No temerle al fracaso
-Volver a empezar
Es importante insistir en que hay que vivir nuestra vida con todo nuestro potencial, partiendo de nuestros valores y con destino hacia nuestros sueños.
Es casi un deber que aprendamos a amarnos, a ver quienes somos en realidad y que vivamos todo aquello que deseamos.
Es esencial que no nos limitemos, ya que allí donde pongamos el límite será nuestro punto final… y yo digo, ¿no es mejor poner una coma, y poder seguir escribiendo nuestra historia, sorprendiéndonos a nosotros mismos de hasta dónde podemos llegar?
Solo tú puedes vivir tu vida y como dice Jorge Bucay:
“Nadie puede saber por ti, nadie puede crecer por tí, nadie puede buscar por ti, nadie puede hacer por ti lo que tu mismo debes hacer. La existencia no admite representantes”