Autoestima

Si analizamos la mayoría de problemas psicológicos que nos causan inseguridad, estrés e incluso depresión, comprobaremos que tienen su base en una falta de autoestima. Tener una buena autoestima no es pensar que somos mejores que los demás o mostrarnos más seguros al defender nuestras posiciones o intereses, sino que significa, principalmente, creer en que tenemos las habilidades y los recursos necesarios para poder abordar con éxito los retos y desafíos que la vida nos plantea.

La autoestima es la autoimagen o autoconcepto que cada uno tenemos de nosotros mismos. Es decir, el valor que nos damos como seres humanos, teniendo en cuenta nuestro físico y nuestras capacidades. En función de esa valoración, nos enfrentaremos al día a día y a los retos y cambios de la vida con una u otra actitud. La autoestima es una experiencia subjetiva que nos condiciona a la hora de enfrentarnos con el entorno, porque interfiere directamente en nuestra relación con las demás personas y con aquellos objetivos que nos vayamos marcando. Por lo tanto, condiciona nuestras elecciones, límites, la manera con la que tratamos a los otros y la ambición que tendremos a la hora de plantearnos nuevas metas.

Cuando nuestra autoestima es buena, todo lo vivimos mejor. Nos sentimos más a gusto, disfrutamos más de lo positivo de nuestra vida y no nos paralizan los retos o los cambios inesperados y dificultades que el día a día nos ponga en el camino. Cuando una persona vive desde una buena autoestima, conecta con la libertad y con la ausencia del miedo. En cambio, todo se vuelve gris y cuesta arriba con una autoestima baja. Aparecen las dudas, las inseguridades, los miedos, las comparaciones, los sentimientos de inferioridad y todos esos fantasmas que nos bloquean o nos acaban llevando a renunciar a nuestros sueños más profundos y deseados.

Realiza el siguiente test para calibrar cómo tienes la autoestima:

Test de autoestima

Responde con un SÍ o un NO a las siguientes afirmaciones:

    1. Cuando otra persona te pide un favor, a pesar de que no te apetezca o no quieras hacerlo, no puedes decir “no” y acabas accediendo en contra de lo que sientes.
    2. Te cuesta dar tu opinión o mostrarte cuando estás con un grupo de gente, por miedo a lo que pensarán o dirán de ti, y hacer el ridículo.
    3. Siempre te fijas en aquellas personas que desde tu punto de vista son mejores que tú, o te superan en alguna característica, reforzando así tu sentimiento de inferioridad.
    4. Te cuesta mucho identificar tus cualidades, virtudes y puntos fuertes y en cambio tienes muy claros tus defectos o carencias.
    5. Tienes una gran dificultad para reconocer tus éxitos y los logros que has conseguido.
    6. Dejas pasar oportunidades (entrevistas de trabajo, reuniones sociales, conocer a ciertas personas, etc.) por miedo a no estar a la altura.
    7. Si alguna persona detecta o te comenta algo malo de ti, te afecta muchísimo.
    8. Tiendes a culparte de todo lo malo que te ocurre, incluso de los fracasos en las relaciones, creyendo que seguro que has sido tú el o la responsable.
    9. Necesitas siempre el reconocimiento de los demás para sentirte bien, a pesar de que una vez lo obtienes, te cuesta gestionarlo.
    10. Te sientes poco importante y poco valioso, con lo cual das por supuesto que es normal que nadie te quiera.
    11. No te sientes capaz de conseguir muchos de los objetivos que te gustaría lograr en tu vida, con lo cual dejas pasar buenas oportunidades.
    12. Crees que no puedes aspirar a determinado perfil de pareja porque jamás se fijaría en alguien como tú.
    13. Tienes pensamientos negativos sobre ti mismo, y te los repites constantemente, hasta que los acabas creyendo como verdades absolutas.
    14. Tuviste carencias afectivas de pequeño o pequeña por parte de tu padre o madre, y puede que alguno de ellos no te dedicara la atención que necesitabas.
    15. En tu infancia, te exigían más y no te reconocían lo suficiente, remarcando siempre aquello que debías mejorar.
    16. En tu infancia, te comparaban siempre con algún familiar o conocido, reconociendo sus logros y haciéndote sentir que debías ser/hacer como él.

 

Si has respondido con un sí a 8 o más preguntas, es importante que tomes conciencia y realices un proceso de crecimiento personal para reforzar tu autoestima y así mejorar la calidad de tu relación contigo mismo y con los demás.

 

¿Cómo se construye la autoestima?

Los estudios han demostrado que un 30% proviene de nuestra genética y el otro 70% está condicionado por el entorno en el cual crecemos: familia, educación, valores, afecto recibido, experiencias traumáticas vividas, etc. El factor ambiental es absolutamente determinante, y también el que se puede modificar.

 

¿Qué es tener una buena autoestima?

Como explico en mi libro ‘Autoestima automática’ (Editorial Zenith), “tener una autoestima fuerte es sentir que tenemos las capacidades para seguir adelante con nuestra vida, alcanzando retos y superando dificultades, y sentirnos importantes y valiosos, merecedores de todo aquello bueno que deseemos o que nos suceda. Se trata de aceptarnos por ser como somos y comprender que tenemos un potencial muy grande. Y lo que no depende de nosotros debemos aceptarlo y ver, a partir de ahí, cómo podemos mejorarlo. Aquello que depende de nosotros, debemos tenerlo claro y estar dispuestos a implicarnos, comprometernos y hacer lo que haga falta para que nos lleve o, por lo menos, nos acerque lo máximo posible a donde queremos ir.

 

Tener una buena autoestima es confiar en nosotros, sentirnos competentes para la vida y merecedores de felicidad. Estos nos conducirá a afrontar la vida con mayor seguridad, benevolencia y optimismo y podremos superar cualquier reto y cualquier dificultad. La confianza y la seguridad son la base necesaria para sentirnos bien en todas las áreas de nuestra vida. Por ello decimos que tener o no una buena autoestima nos afecta prácticamente en todo: en el trabajo, con los amigos, con la pareja y con los propios retos personales”.

Tips infalibles para mejorar tu autoestima y quererte más

Trabajar cada día nuestra autoestima es la mejor inversión que podemos hacer por nosotros mismos. Si nos habituamos a trabajar con pensamientos positivos y somos conscientes de ello, a ser más asertivos, a poner límites, a aprender a decir ‘no’ sin miedo a que los demás se enfaden, nos rechacen o nos abandonen y, además, tenemos unos propósitos claros en nuestra vida que nos darán una dirección determinada, fluiremos más y nos será mucho más fácil tener esa autoestima alta incorporada.

Pone en práctica estos 7 tips para subir tu autoestima:

VIVE DE MANERA CONSCIENTE: sé capaz de mirarte hacia dentro, de hacerte preguntas. Realiza un trabajo interior y cuestiónate cómo eres, por qué eres así, por qué te comportas o te relacionas de cierta manera. Cuando nos hacemos preguntas, se nos despierta la curiosidad por mejorar.

ACÉPTATE: es importante hacer una revisión de dónde vengo, cuál es mi pasado, qué es lo que he vivido, qué me ha faltado, etc., porque todo aquello que has vivido es lo que te hará comprender mejor la persona que eres hoy. A partir de ahí, es cuando debes empezar a practicar la aceptación total hacia ti, con tu cara A y tu cara B. Eso no significa que no tengas ningún afán de mejora, al contrario, es aprender a abrazarte con tus cicatrices.

TOMA LA RESPONSABILIDAD: una vez que localizas tus cicatrices y te das cuenta de qué es lo más que te duele, es importante que des el paso para encontrar una solución que te ayude a llevarlo y sentirte mejor. Puede que un libro te ayude, o escuchar una conferencia, o realizar un curso de crecimiento personal.

SÉ UNA PERSONA ASERTIVA: significa saber decir no cuando eso es lo que sientes, así como saber expresar tu opinión y deseos ante otras personas que puede que no estén de acuerdo contigo. Las personas con baja autoestima sienten que si muestran sus puntos de vista serán criticados o rechazados. En cambio, cuando se tiene una buena autoestima, el miedo al abandono o al rechazo ya no te paralizan.

RODÉATE DE UN ENTORNO SANO: es también fundamental elegir muy bien las personas con las que queremos establecer un vínculo y compartir tiempo y actividades. Tenemos que escoger personas con las que podamos mostrarnos vulnerables, teniendo claro que no nos van a dañar ni juzgar, sino que nos van a abrazar. Las personas sanas son las que nos permiten crecer y brillar.

DEFINE TU RUMBO: ten claro hacia dónde vas, cuáles son las áreas más importantes de mi vida, y decide qué quieres hacer en cada una de ellas. Dile a tu mente hacia dónde quieres ir y los objetivos (a medio plazo, por ejemplo) que deseas lograr. No hay nada que produzca más ansiedad que sentir que vas a la deriva.

PROMUEVE LA AUTOESTIMA: sé un espejo positivo para los otros. Trata con respeto, permite ser, deja que se expresen, y eso hará que ellos también se traten bien.

La autoestima y las relaciones de pareja

Cuando estamos atrapados en una relación de pareja que no funciona y por lo tanto es tóxica, nuestra autoestima siempre está dañada. Tanto si antes de la relación la teníamos bien como si no, tras permanecer demasiado tiempo allí, no hay duda de que será necesario hacer un proceso para reconstruirla o fortalecerla de nuevo.

Quedarnos con alguien a quien no amamos, con alguien que no nos ama, que no nos trata bien, con quien no compartimos valores, ni aficiones, ni gustos, etc., siempre nos acaba pasando factura y recuperar la autoestima será, sin duda, algo imprescindible y de grandísima importancia. Volver a conectar y a sentir toda nuestra valía, que somos importantes y valiosos, que merecemos ser felices, que nos amen, tener éxito, que las cosas nos vayan bien. Muchas personas han perdido el contacto con esos sentimientos y eso hace que inevitablemente, se vayan sintiendo cada vez peor.

Tener una baja autoestima te expone a la dependencia emocional. Cuando no te valoras es más fácil que te quedes con la primera persona que se fija en ti y que pienses “menos mal que le gusto a alguien”. Pero es muy probable que esa persona no sea la adecuada.

Aprender a quererse a uno mismo es clave e indispensable para construir y tener relaciones sanas.

No en vano, en muchas ocasiones es fácil que desarrollemos una tendencia a dar y complacer sin medida para que así nos amen y que dejemos pasar cosas que no nos gustan por miedo a que de no ser así, nos dejen. Al pensar que no valemos, tenemos miedo de que los demás lo vean y al final nos quedemos solos. Por eso tenemos esa actitud de cuidar a los demás, olvidándonos de cuidar de nosotros y de cuáles son nuestras necesidades. Y eso, nos acaba perjudicando.

Si tienes una buena autoimagen y una opinión positiva de ti mismo, cuando elijas a alguien para tener una relación, probablemente será una persona que te trate igual que lo haces tú.

¿Cómo trabajamos la autoestima en consulta?

En los Centros de Psicología Silvia Congost se trabaja la autoestima mediante sesiones de terapia individuales como con los grupos de autoestima, siendo ambas opciones igual de eficaces. Y es que realizar un trabajo de crecimiento personal puede ser el inicio de una nueva manera de vivir. ¿Por qué? Porque todos tenemos capacidades para conseguir aquello que deseamos, pero en ocasiones no somos conscientes de hasta qué punto somos capaces de trascender los obstáculos que nos vamos encontrando para llegar donde deseamos con éxito.

¿Qué son los grupos de autoestima?

Los Centros de Psicología Silvia Congost siempre han apostado por los grupos de autoestima. Tenemos comprobado que el trabajo grupal es muy efectivo para fortalecer la autoestima. Son muy enriquecedores, ya que el hecho de estar con otras personas que viven lo mismo que nosotros, nos acerca a un nivel muy elevado de empatía y comprensión. Son grupos reducidos, de un máximo de ocho personas, donde siempre hay espacio para compartir aquello que deseamos y necesitamos, sabiendo que estamos en un clima de absoluta confianza, respeto y valor. Las sesiones son semanales y la duración de los grupos es de dos meses.

Cuando realizas un trabajo para fortalecer tu autoestima, tomas consciencia de tu enorme potencial y apuestas por aquello que encaja con tus proyectos, sueños y deseos, a la vez que te alejas de lo que te resta y te hace daño. ¡Es la mejor inversión que puedes hacer por ti mismo!

¿Necesitas ayuda?

Quiero que seas libre, fuerte y feliz.