Cambio = Oportunidad
Quiero empezar este post hablando de uno de los ingredientes más importantes que componen la vida: LOS CAMBIOS.
¿Qué son para ti los cambios? ¿Los vives como pérdidas? ¿Cómo fracasos? ¿O cómo oportunidades?
En primer lugar, es cierto que los cambios no dejan indiferente a nadie, y siempre requieren de todo un proceso de adaptación. Aun así, os habréis fijado que hay personas que saben afrontarlos y resituarse más rápido que otros.
Te invito a que reflexiones sobre las siguientes preguntas:
-Eres de los que cuando viven un momento de mucha felicidad o plenitud, no pueden evitar pensar en el miedo a que todo acabe o pase algo y lo estropee… en el momento en que todo desaparezca?
-O, por el contrario, ¿eres de los que simplemente agradecen lo que están viviendo en el presente y se limitan a disfrutarlo sin pensar en que en algún momento todo va a acabar? ¿Disfrutas del presente? ¿Del aquí y ahora? ¿Eres agradecido por todos los éxitos que a diario te da la vida?
-¿Eres de los que planifican sus cambios y los llevan a la práctica sin miedo? O aunque a veces haya un cierto miedo, no permites que este te paralice o impida que des un paso adelante?
-¿O eres de los que se aferran y se agarran a lo que tienen y aunque sea totalmente dañino para ellos, les cuesta muchísimo soltarlo? ¿A veces quizás, incluso a costa de generar dependencias y adicciones hacia otras personas, lugares o cosas?
Lo que está claro es que los cambios están en el orden del día en nuestra vida. Y lo único que podemos hacer es aprender a adaptarnos a ellos, a la nueva situación que nos traen a nuestro presente. Es absurdo y muy dañino, querer negarnos a ellos o cerrarles la puerta, porque tarde o temprano acabaran entrando y cuanto más los queramos bloquear, más vamos a sufrir para conseguir aceptarlos.
Ya sean buscados, soñados, perseguidos o impuestos e inesperados, los cambios son nuestros compañeros de viaje y siempre se acaban filtrando en nuestra vida. Es cierto que no es lo mismo un cambio que yo planifico para conseguir un beneficio personal, que un cambio que yo no busco, ni espero, ni deseo.
A menudo el cambio implica pérdida y es en ese punto donde tenemos que ir con más cuidado. No es lo mismo perder un ser querido y muy próximo porque fallece (siendo necesario atravesar un proceso de duelo), que la pérdida que vive la persona que reúne las fuerzas suficientes para romper una relación adictiva y dañina con otro ser, o la pérdida de un trabajo, un hogar, un amigo, etc. Aun así, tampoco podemos decir nunca quién sufre más o menos. Cada persona sufre cada pérdida a su manera, y el dolor de una pérdida es absolutamente subjetivo.
Lo que si tendríamos que tener muy claro, después de cada pérdida, es que en ese momento empieza un nuevo capítulo para nosotros. Habrá un aprendizaje y un proceso de adaptación, con lo cual nosotros ya no seremos los mismos que éramos antes.
En ese punto, a partir de ese momento, EMPIEZA NUESTRA NUEVA VIDA.
Y no hay que olvidar nunca, que cada cambio nos brinda una nueva oportunidad.