Cuando te dejan

Algunas veces lo esperamos, otras incluso lo deseamos, pero en muchas ocasiones nuestra pareja nos deja y quedamos completamente descolocados.
En cualquier caso, vivir una ruptura sentimental acostumbra a ser doloroso y cuando el que es dejado no quiere acabar con la relación, es mucho peor.
En los anteriores posts habéis dejado muchos comentarios en esa línea y pensé que seria interesante abordarlo en un nuevo artículo.
Hay dos puntos que debemos tener en cuenta:
1. NO ME QUIERE. Si me deja, si quiere acabar con la relación es porque no me quiere y no es feliz conmigo. En consecuencia, prefiere seguir sin mí y buscar otras opciones. Cuando uno se da cuenta de esto, no debería haber argumento posible que nos hiciera empezar a perseguir aquella persona, a rogarle a suplicarle que no nos deje. Aún así, a menudo esto pasa. Nos despojamos de nuestra dignidad y empezamos a degradarnos hasta quedar sin fuerzas. Hasta la desesperación.
¿QUÉ FALLA?
Nuestra mente nos controla. Nos impide que conectemos con la razón y comprendamos qué es lo que pasa. Lo que hace es que que no aceptemos lo que el otro nos dice o nos muestra y por más que lo tengamos delante no queremos ver lo que hay de ninguna manera.
Debemos rendirnos a la evidencia. Si el otro llega al punto de decirnos que quiere irse (no hay que olvidar que decirnos ésto le tiene que costar, y si lo hace es porque en el fondo, lo tiene claro aunque diga lo contrario), es porque ya no nos quiere a su lado. Y ante eso solo tenemos una opción: ACEPTARLO.
2. QUIERE SER SOLO AMIGOS. Este es un tema muy habitual y que nos hace muchísimo daño. Es el caso en el que uno deja al otro pero le dice que quiere seguir teniéndole cerca, que no quiere perder la amistad que tienen. Como el que es dejado no quiere perderle y sueña irracionalmente con recuperarle, piensa que esta opción es muy buena ya que así estarán en contacto y el otro se dará cuenta de lo que ha perdido y querrá volver.
Esto raramente pasa. Lo que pasa es que el que es dejado, empieza a vivir obsesionado por recuperar el amor del otro, solo hace, dice y piensa en pos del otro, para gustarle, para volver a enamorarle. Evidentemente esto es muy peligroso porque este acaba perdiéndose a sí mismo (de tanto mirar al otro), y el otro tiene muy claro que no quiere volver a la relación.
Tarde o temprano la persona se da cuenta pero lleva tanto tiempo sufriendo y viviendo de ilusiones que tiene el corazón destrozado.
Por lo tanto, si tu pareja te deja y tú no quieres dejar la relación, no podéis ser amigos de ninguna manera. Y si lo haces, no tengas ninguna duda de que vas a sufrir como nunca, tu autoestima desaparecerá y tu dignidad se irá con ella.
En estos casos, una vez más, el contacto 0 es lo único que te ayudará a acabar reconociendo lo que ha pasado.