Cuando amar demasiado es depender
Desde la publicación de mi libro, Cuando amar demasiado es depender, me he encontrado con muchas personas que me han hecho la misma pregunta. ¿Se puede amar demasiado? ¿Qué significa exactamente amar demasiado? ¿Quién ama demasiado, es por que ama más?
Os confieso que al principio dudé bastante de este título porque yo siempre he tenido muy claro que “o se ama o no se ama”. Esto de amar un poco o amar mucho o amar menos o amar demasiado, me suena a película de Hollywood o a canción romántica de nuestros tiempos…esas canciones que las tarareamos todos sin apenas darnos cuenta de las auténticas barbaridades que estamos diciendo. Son barbaridades, pero la cruda realidad es que la educación que recibimos nos empuja a que acabemos pensando así y que eso nos acabe pareciendo “normal”.
Para muchos, decirle a su pareja “te necesito”, les parece una demostración de amor inmensa y es para ellos una señal indiscutible de que aquello que sienten es real y profundo y va a durar para siempre. En fin, nada más lejos de la realidad. Quien dice esto, sin saberlo está plantando las semillas que le llevarán a recoger una buena dependencia. Siempre es importante recordar que: dependencia = necesidad. Y por lo tanto: necesitar = tóxico.
Por lo tanto, hay que tener claro que Amar demasiado no existe. Y es por esto, que al final acabé pensando que era un título muy adecuado. Cuando sentimos que amamos demasiado, es que tenemos dependencia emocional. Relacionamos amar demasiado con tolerar más cosas de las que deberíamos, situaciones que en realidad deberían ser intolerables y las soportamos “en nombre del gran amor que sentimos”. Esto es completamente insostenible. Cuando nos damos cuenta que estamos viviendo situaciones junto al otro, en las no nos sentimos felices, en las que nos sentimos mal sea por el motivo que sea, y que además se repiten a lo largo del tiempo, esto nos va deteriorando y lo experimentamos como pequeñas decepciones, que una tras otra hacen que al final, dejemos de amarle.
No se ama porque sí, y si la relación no nos aporta lo que buscamos, dejamos de amar. Si a pesar de ello, sentimos que seguimos allí porque amamos demasiado, no lo olvidemos, eso no es amor, es dependencia emocional.
¿Qué opináis vosotr@s?