Aceptar que se acabó
En muchas relaciones podemos ver claramente qué rol ocupa cada uno de sus miembros. Acostumbran a ser roles complementarios. Si uno se pone de víctima, el otro de manera automática se siente culpable y asume ese rol. Si uno se vuelve más duro y manipulador, el otro es el que se deja llevar y se va volviendo dependiente, aunque con ello se vaya anulando cada día más. Llega un punto en el que ya no pueden ni escoger lo que les apetece comer, sin el asesoramiento de otro.
Sara había adoptado el rol de persona que se ha anulado bajo la personalidad asfixiante de Sergio. Él era un hombre con una historia familiar un tanto traumática, y por eso ella siempre justificaba su manera de actuar. Aquí deberíamos recordar que, Comprender no es Aceptar.
Le propuso a Sergio dejar la relación pero allí empezó la dificultad. Sergio no podía ni imaginar su vida sin Sara. ¿A quién iba a dominar, si no la tenía a ella? Debido a su rol tan dominante, estaba completamente enganchado a Sara y no podía concebir su vida solo. Sin ser consciente de ello, adoptó el rol de Victima, y por supuesto, Sara empezó a sentirse culpable por querer dejarlo.
Sara tenía claro que quería irse, incluso soñaba que Sergio encontraba otra mujer y la dejaba a ella libre…la culpa que sentía cuando le veía llorar arrodillado pidiéndole que no le dejara, era demasiado pesada para ella.
Sergio, a su vez, también necesitaba hacer un proceso para tomar conciencia del rol que estaba adoptando y que así, dejara de actuar como una víctima desvalida.
Está claro que todos tenemos la capacidad de superar una ruptura amorosa. Sobretodo porque la mayoría de veces, cuando hay una ruptura, ya no hay amor.
Si el otro se quiere ir, no tiene sentido suplicar. Aunque lo hagamos al principio, lo cual es habitual, después cuando nos quedamos solos, debemos reflexionar de manera racional sobre ello. Si no nos quiere solo tenemos una opción: ACEPTARLO. No hay más opciones que ésta. Y si no podemos aceptarlo, deberemos pedir ayuda para conseguirlo, pero por mucho que nos duela, debemos tener claro que la aceptación es la única opción.