¿Por qué nos cuesta tanto ir al psicólogo?

No solo van a terapia quienes tienen problemas, porque problemas tiene todo el mundo. A terapia van quienes quieren solucionarlos. Pero… si en terapia se avanza y se mejora tanto, ¿por qué cuesta ir al psicólogo?
Para empezar, nos cuesta ir al psicólogo porque a veces no terminamos de reconocer nuestro malestar y verlo como un problema que debemos trabajar nosotros. Muchas veces vivimos con dolor y sufrimiento porque esperamos que sean la vida, o los demás, quienes cambien para mejorar nuestra situación, sin darnos cuenta de que los responsables de nuestro bienestar somos nosotros.
Es como si nos doliese la espalda pero esperásemos para que el dolor se curase a que los fabricantes de sillas y sillones hiciesen sillas a nuestra medida. ¿No pensáis que es mejor hacer algo por nosotros, como empezar a hacer pilates o ejercicio, como ir al fisio, o pensar en cambiar de silla?
Una vez que ya sabemos que hay algo mal y que tenemos que hacer algo, aunque existen muchos motivos para acudir al psicólogo, nos cuesta ir al psicólogo porque tenemos miedo a escuchar lo que no queremos oír: que esa persona no va a cambiar, que nosotros estamos haciendo algo que nos perjudica, o que hay que hacer algunos cambios y esfuerzos para sanar.
Es igual que cuando el médico nos dice que para mejorar nuestra salud tenemos que cambiar la dieta, dejar de fumar o empezar a movernos. Sabemos que es mejor para nosotros, pero no queremos ni escucharlo.
Otro de los motivos por lo que nos cuesta ir al psicólogo es porque hemos tenido alguna mala experiencia, o hemos ido a terapia sin terminar el proceso, o pensamos que “cómo va a solucionarme el psicólogo los problemas”.
Sin embargo, ante estas dudas, es necesario saber que el psicólogo no va a solucionarnos los problemas, sino que va a darnos las herramientas para que podamos solucionarlos nosotros mismos. Además, nos va a acompañar en el proceso, arrojando luz sobre el camino y los cruces en nuestra vida, pero dejando que seamos nosotros quienes tomemos las decisiones, sin juzgarnos.
El psicólogo nos va a ayudar a ver todo el panorama: lo que nos ocurre, cómo nosotros respondemos o reaccionamos ante ello, qué podemos hacer y cómo hacerlo para vivir con paz, en coherencia con nosotros mismos. Porque los problemas siempre van a aparecer, la cuestión es aprender a saber gestionarlos para seguir con nuestra vida.
Del mismo modo que vamos al dentista, al fisio o al médico, el trabajo del psicólogo es ayudarnos a estar bien, ayudándonos a salir de la zona de confort, a enfrentarnos a nuestros miedos e inseguridades paso a paso. Nos ofrecen un espacio seguro donde poder conectar con nuestro verdadero malestar, un lugar no solo para desahogarnos, sino donde iniciar un proceso de crecimiento, superación y aprendizaje que nos ayude a estar bien.
Si te cuesta ir al psicólogo por estos motivos, te animo a pensarlo otra vez y a preguntarte: ¿Cuántas ganas tengo de estar bien? Porque vivir con sufrimiento no es vivir, ni es lo que mereces.
Un beso grande,
CÓMO PODEMOS AYUDARTE
- Un libro: A solas de Silvia Congost te propone un método sencillo y eficaz para lograr mejorar nuestra autoestima, aprender a ser asertivos y poder desarrollar todo nuestro potencial.
- Los Grupos de Autoestima de Silvia Congost. Descubre las nuevas fechas.
- Un vídeo curso: Cómo fortalecer tu autoestima.
- Un evento: la Gira Objetivo Amarte 2025. ¡Consigue ya tu entrada!
- Con nuestro método de terapia breve, en la mayoría de casos en menos de 10 sesiones se alcanzan los cambios que uno necesita. Puede ser presencial u online.